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Informes - Investigaciones

LUCIO VICENTE LÓPEZ
29 DE DICIEMBRE DE 1894

Por Elena Luz González Bazán especial para Historia

30 de noviembre del 2021 *

Lucio Vicente López nace el 13 de diciembre de 1848, en Montevideo, República Oriental del Uruguay. Se destacó como jurisconsulto, escritor y periodista, escribió una obra considerada de gran relieve para el siglo XIX: la novela "La gran aldea", valioso cuadro de la sociedad porteña de aquel tiempo desde el punto de vista cultural, social y político.

Su padre era Vicente Fidel López y su abuelo Vicente López y Planes.
Además de escritor fue historiador. Si bien nace en la ciudad de Montevideo, más tarde se instala en la ciudad de Buenos Aires, ya en ese momento la Capital Federal. En esta ciudad cosmopolita se vincula al mundo universitario de entonces, a través de la carrera de Derecho.
En cuanto a sus ideas políticas partidarias fue Militante autonomista, elegido Diputado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y en el Congreso Nacional además de ocupar diversos cargos en la función pública, como Ministro del Interior de Argentina (1893–1894)

LA GRAN ALDEA

Este reconocido libro llamado: La gran aldea, se publicó en 1884 y representa el proceso de transformación sufrido por Buenos Aires y sus habitantes durante los treinta años transcurridos desde la caída de Juan Manuel de Rosas.
La novela fue escrita bajo la forma de folletín y tuvo una gran aceptación por parte del público de aquel tiempo.
Mientras tanto, López obtiene el título de abogado, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en 1872. En tal sentido, tiene un largo recorrido como investigador en temas históricos y jurídicos. Además, fue miembro de la Generación del 80.
Con una sólida formación clásica, según sus biógrafos...
Entre sus otros libros se destacan:
Don Polidoro en 1881.
Recuerdos de Viajes en 1881
La Gran Aldea en 1884.

En su labor como periodista, y luego de retirarse de la vida política, fue columnista del diario El Progreso, fundado por Domingo Faustino Sarmiento.
Al principio simpatizó con Juárez Celman, pero el corte conservador lo llevó a simpatizar en los tiempos de la Revolución del Parque en 1890. Fallece el 29 de diciembre de 1894, tenía 46 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de la Recoleta.

Sus últimas palabras fueron:

«Voy a morir con la convicción de que he sido uno de los hombres más honrados de mi país. He levantado resistencias... pero ellas no venían jamás del lado de los buenos».

Algo más sobre LA GRAN ALDEA

Es una novela corta, la única novela que tiene López y en palabras de Ricardo Rojas que sostiene sobre su importancia porque es una de las fundadoras del género en nuestra literatura nacional.
El formato de folletín se publicó en 1882, en el periódico Sud América y como libro fue publicada en 1884.

CORRUPCION, DUELO Y MUERTE

Fue Ministro de Interior durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, e Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires durante un breve período de 1893 a 1894, en dicha intervención descubre una maniobra que estaba relacionada con la venta fraudulenta de tierras en el actual Partido de Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires.
El denunciado era el coronel Carlos Sarmiento, secretario privado del Ministro de Guerra, el general Luis María Campos.
Se hace cargo, por mandato de López, el Ministro de Obras Públicas, Dr. Navarro Viola, y se pide una auditoría al Banco Hipotecario Nacional, la cual demostró que: Sarmiento había vendido sus tierras sin cancelar el pago de su compra, efectuada en un remate por parte del Estado Nacional en 1887, el cual debía hacerse subdividiendo los lotes, a vender a distintos compradores y no a un único oferente.
De tal manera, y por las irregularidades demostradas, la operación queda anulada mediante un decreto.
Posteriormente vino la acusación criminal contra Sarmiento quien procedió enviando una carta de tono intimidatorio.
En cuanto a la situación judicial, la misma se promovió ante los Tribunales de la Capital Federal.

Patrocinó al interventor el joven abogado Manuel Augusto Montes de Oca. Ante esta demanda el coronel Sarmiento enjuició al ministro por «jactancia» ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El máximo tribunal se declaró sin facultades para intervenir en el caso.
Los diarios del momento se hicieron eco de lo que sucedía, los ataques sufridos por Sarmiento y la actitud de los funcionarios.

Ante una de las cartas, el diario La Nación contestó:
«Nosotros sólo publicamos lo que nos informan oficialmente; no inventamos nada. En todo caso la queja debe protestarse ante la intervención»
El Ministro de Obras Públicas recibió el 17 de noviembre de 1893 de parte del comandante militar de Chacabuco, José Varona, un informe con las quejas de los vecinos:
«[...] que el coronel Sarmiento ha vuelto de nuevo con atropellos y violencias. Además, les arrebata sus haciendas encerrándolas».
Navarro Viola contestó que tratándose de acciones o hechos privados, eran los tribunales competentes quienes debían conocer eso para ajustarse a la justicia.

Lucio V. López abandona su cargo en mayo de 1894 y sigue el proceso judicial

Lucio Vicente López dejó su cargo en mayo de 1894. Primero, a Sarmiento, por su alto cargo no se lo detiene, posteriormente sí, por orden del Dr. Alcorta, de los Tribunales de La Plata, y lo remitió detenido al Departamento de Policía donde permanecerá tres meses preso.
Luego, la entonces Cámara Segunda de Apelación dictó sentencia en los asuntos hipotecarios del coronel Sarmiento, revocando el auto de prisión y ordenando su libertad.
La liberación trajo festejos y una carta enviada al diario La Prensa donde reta a duelo a López, este era inexperto en el manejo de las armas de fuego, pero fue más importante su honor, como afirman sus biógrafos.

Los padrinos fueron, por parte de López, Francisco Beazley y el general Lucio V. Mansilla, todos miembros del Club del Progreso. El coronel Sarmiento hizo lo propio con el contra-almirante Daniel de Solier y el general Francisco Bosch.

La dolorosa cita fue el 28 de diciembre de 1894, en horas de la mañana, en las inmediaciones del antiguo Hipódromo de Belgrano (hoy Avenida Luis María Campos).
En ese lugar, se llevó a cabo la primera cuenta de pasos reglamentaria y se produjeron dos disparos. Los contendientes resultaron ilesos. Minutos más tarde se repitió el procedimiento. López cayó víctima de un disparo en el abdomen.
Al ser retirado del escenario del duelo, consciente, murmuró:

«Es una injusticia, es una injusticia...»

Fue llevado a su casa en la Avenida Callao 1852 y, asistido ido por los doctores Padilla, Piñero, Centeno y Llobet.
Si bien tiene una mejora transitoria, su estado era irreversible. La bala había atravesado el hígado, los intestinos y el bazo.
En horas de la tarde, llega a su hogar, el padre O'Gorman para otorgarle el sacramento de la extremaunción.

Sus últimas palabras fueron:

¨Voy a morir con la convicción de que he sido uno de los hombres más honrados de mi país. He levantado resistencias... pero ellas no venían jamás del lado de los buenos¨.

*Primera versión publicada el 29 de diciembre del 2017 en efemérides Villa Crespo Digital. Ampliado y corregido para esta entrega.

FUENTES: varias y fuentes propias.

Caracteres: 7206

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